Fin de semana en Milán


Todo comenzó cuando una buena amiga y yo queríamos hacer algo diferente. En ese momento, se nos ocurrió contratar un pack de viaje sorpresa con el que no supimos nuestro destino hasta 3 días antes de marcharnos. Todo ello para mantener nuestra intriga hasta el último minuto. Menos mal que no nos lo dijeron en el mismo aeropuerto, eso sí que hubiera sido una locura.

El caso es que nos tocó la elegante ciudad de Milán, al norte de Italia ✈. Nos preparamos para el frío porque está prácticamente en la frontera con Suiza. A pesar de ello, pasamos frío de todas formas...

VIERNES

Salimos de Madrid el viernes muy temprano. Justamente coincidía que había una gran huelga de taxis (protestando contra el auge de Uber y Cabify) que bloqueaban el acceso al aeropuerto. Tras debatir cómo íbamos a llegar hasta el aeropuerto de madrugada y con el acceso por carretera cortado llegamos a la conclusión de que coger un Uber hasta Nuevos Ministerios y de ahí el primer metro del día hasta el aeropuerto era nuestra mejor opción. Y así fue, llegamos con el tiempo algo justo ya que teníamos que esperar hasta que abriera el metro.

En el avión de ida nos quedamos completamente fritas por lo mucho que habíamos madrugado así que no pudimos ver mucho el paisaje. Una vez aterrizamos, tuvimos que coger un autobús que nos llevaba desde el aeropuerto Milano Malpense al centro de la ciudad. Cuando llegamos a la Estación Central de Milán lo primero que nos llamó la atención fue las enormes columnas que la sustentan.
Acto seguido buscamos la oficina de información turística de la estación para que nos dieran un mapa. Hay algo especial en el hecho de contar con un clásico mapa y no sólo depender de Google Maps. También nos sacamos la MilanoCard (gran error) porque con ella te dan transporte ilimitado por un día por 8 euros. Creemos que nos hubiera salido más rentable un simple bono de viajes ya que los supuestos descuentos que te daban en los museos y restaurantes con la MilanoCard eran bastante cuestionables.

Nos encaminamos a nuestro super hotel de 4 estrellas que nos tocó con el paquete de viaje sorpresa. Estaba a 10 minutos en metro del centro de Milán y era muy cómodo. Al llegar de lo primero que hicimos fue saltar en la cama enfundadas de emoción; nunca nos habíamos quedado en un hotel tan chulo. También exploramos todas las plantas y el gimnasio del hotel (haciendo un poco el ridículo pero eso es otra cuestión).

Por supuesto también de lo primero que hicimos fue beber un café italiano


Por la tarde visitamos el impresionante Duomo de Milán. Aprovechamos para hacer muchísimas fotos de la plaza de la catedral.




En el momento en el que yo me estaba haciendo una foto con el Duomo, se me acercó uno de los muchos vendedores ambulantes que hay allí con un puñado de maíz en la mano. Quería que le comprara el maíz para dárselo a las palomas, lo hacen con todos los turistas que puedan pillar. Le dije amablemente que no, pero el hombre siguió insistiendo hasta el punto en el que me abrió la palma de la mano para forzarme a coger el maíz y darle dinero. Ya me molestó bastante así que le abrí la mano de vuelta para devolverle su maíz y le dije claramente que NO QUERÍA ALIMENTAR A LAS PALOMAS Y MENOS SI ME OBLIGAN

Aquí queda capturada mi preocupación máxima por tener a las palomas tan cerca 

Después de nuestra súper sesión de fotos con la catedral, la plaza y lo de más allá, queríamos ir a las terrazas del Duomo. Según habíamos leído era un buen sitio donde relajarse y disfrutar de las vistas de Milán. Tras un buen rato dando tumbos por toda la plaza y las calles de los alrededores nos dimos cuenta de que las terrazas del Duomo eran sencillamente un bar (por cierto, extremadamente caro) y nos dimos cuenta de que nuestra búsqueda no mereció demasiado la pena... 

Decidimos subir a las terrazas de la propia catedral en sí (9 euros aprox.). Puedes o bien subir las escaleras, que sí, es algo cansado pero no es terrible; o puedes coger la opción del ascensor por un poco más de dinero. Una vez arriba tuvimos las mejores vistas de la ciudad coincidiendo justo con el anochecer. A pesar de que mi amiga tenía un vértigo de cuidado conseguimos quedarnos allí un buen rato y mereció mucho la pena.




Más tarde, cenamos en un sitio de comida rápida de pizza y lasaña muy cerca de las Galerías de Vittorio Emanuele.

SÁBADO


Como Milán no es muy grande y se puede ver fácilmente en 1 o 2 días decidimos que el sábado nos íbamos al Lago de Como 📌 , a 1 hora en tren de Milán. Cogimos el tren  🚄 desde la estación de Milano Porta Garibaldi porque no había trenes directos a la ciudad de Como desde la estación de Milano Centrale. El billete era barato, no más de 15 euros ida y vuelta y realmente merece la pena visitar Como.





Su mayor atractivo está en el lago que tiene, rodeado de bastantes casas e inclusive mansiones. Así como curiosidad, George Clooney compró una de esas mansiones para él pasar sus vacaciones allí. Desgraciadamente, no nos encontramos a George en nuestra visita pero estoy segura de que a la próxima ya por fin le encontraremos. 



Al parecer mi amiga y yo tenemos como pasatiempo acosar a las estrellas de Hollywood pero todo legal eh. En fin, también nos subimos al funiculare que te lleva hasta lo alto de la colina donde tienes unas vistas maravillosas de los Alpes. Es realmente precioso.

A la hora de bajar de nuevo en el funicular, como queríamos asegurarnos ir en la parte delantera para tener las mejores vistas, dejamos pasar 3 funiculares. Para colmo, nos pusimos a esperar justo en medio de las escaleras junto al funicular (cosa que no se puede hacer) y creo que cabreamos a más de uno por allí... Ups.... Lo bueno es que efectivamente conseguimos el mejor hueco para la bajada 😎


Bajando en el funicular


Cuando ya estaba anocheciendo, entramos en la catedral de Como, justo cuando estaban dando la misa. Aun así se podía entrar, con tal de quedarse en la parte de atrás de la catedral y no hacer fotos (esta última norma no me pude resistirme a saltármela porque era demasiado bonito)

Prueba fotográfica de mi hazaña de hacer una foto sin que el cura se diera cuenta. Voy a ir al infierno 😰


 Era una catedral impresionante; nos sorprendió que una ciudad relativamente pequeña tuviera una catedral tan espectacular. Después de un rato en la parte de atrás de la catedral queríamos intentar ver la cúpula, justo donde estaban dando misa. En principio pensábamos que no se podía pero vimos a un par de turistas pasar sigilosamente y pudieron ver la cúpula así que fuimos a hacer lo mismo. Como tenemos una suerte espectacular, en el momento en el que cruzamos la línea donde está la cúpula, vino rápidamente el cura a gritarnos en italiano:

-¿¿Hai fatto la comunione??

No nos hizo falta mucho más para entender que no le hacía ni pizca de gracia que entráramos a misa.
Resultado final: nos quedamos sin ver la cúpula pero al menos pudimos ver todo lo demás.

Domingo

El domingo ya estábamos agotadas de tanto caminar pero volvimos al centro de Milán para volver a verlo por última vez. También fuimos al castello Sforzesco pero aquel día en especial hacía un frío increíble y tuvimos que parar a tomarnos un té calentito para poder seguir caminando. Atravesamos un parque bastante grande para llegar al arco della Pace y ya emprendimos marcha hacia el aeropuerto porque teníamos el vuelo por la tarde.

Puente de las sirenas en el parque

arco della Pace


Para que el avión de regreso pudiera despegar, primero tuvieron que descongelarlo con un producto químico que le echaron al avión con una manguera. Después de un buen rato descongelándolo pudimos salir. Como, a diferencia de la ida, en este vuelo no fuimos dormidas pudimos apreciar los picos más altos de los Alpes Suizos desde el avión y fue precioso.

Los Alpes

Arrivederci!

Consejos si visitas Milán:

(basados en nuestra experiencia personal)
  • No cojas la Milano Card porque te sale casi igual de precio coger el bono de metro por tu cuenta y los descuentos que supuestamente tiene la tarjeta (restaurantes, museos...) son bastante engañosos. Por ejemplo, para ir al Rooftop de las Galerias de Vittorio Emanuele según la Milanocard era un descuento del 100% y cuando llegamos allí resulta que sólo era un 50% de descuento y había que pagar 6 euros. Incluso la gente en la recepción reconoció que estaba mal indicado en la app de la Milanocard y aún así parece que les da igual. Publicidad engañosa everywhere 👎
  • No te fies de los vendedores ambulantes de la piazza del Duomo. Cuando te digo esto es que ni les hables! A priori esto puede sonar muy insensible pero la realidad es que están ahí para sacar el mayor beneficio a costa de los turistas, incluso engañando si pueden. En nuestro caso tuvimos una muy mala experiencia con uno de ellos. El último día de nuestro viaje, decidimos volver a la plaza de la catedral para echarle un último vistazo. Entonces se nos acercó un hombre con un montón de pulseras y empezó a preguntarnos de dónde eramos, etc. Rápidamente nos cogió de la muñeca y nos puso una de sus pulseras, cuando nosotras le habíamos dicho desde un principio que no. Acto seguido, nos empezó a pedir dinero y mi amiga le dio y yo le di el suelto que tenía que reconozco que era poco (0,70 céntimos). ¡¿Pero cuanto más esperaba por una de esas pulseras que ni siquiera habíamos pedido?! Enseguida le cambió la cara dramáticamente de un gesto amable y aparentemente humilde a una mirada voraz. A mi me empezó a pedir más dinero agresivamente y nos estaba empezando a dar miedo. No sabía qué hacer, quería irme pero a lo mejor venía detrás de nosotras. Al final, mi amiga no tuvo más remedio que darle más dinero para que nos dejara en paz y, aún así, nos miró terriblemente mal. La lección que aprendimos por las malas de esta experiencia es no fiarse jamás de esta gente y, si es necesario, la próxima vez pedir ayuda.
  • Ve muy abrigad@ en los meses de invierno porque, aunque sea Italia, está muy al norte casi en la frontera con Suiza, o sea que hace un frío de mucho cuidado. ☃
  • Fíjate bien en los precios cuando vayas a un restaurante. Resulta que en Milán es común cobrarte el agua de grifo y un extra de precio de tenedor 💸










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