Villanueva de Teverga


Esta entrada podría considerarse algo más personal ya que voy a escribir acerca de un minúsculo pueblo asturiano al que le tengo un cariño enorme. No sólo porque sea un lugar encantador, sino porque ahí se encuentran mis orígenes; mi querido abuelo era de este pueblo.

Se trata de Villanueva de Teverga, situado en la más pura montaña en el sur de Asturias, rodeado de densos bosques que parecen haber permanecido prácticamente intactos de la mano del hombre.



Es un pueblo que se ha quedado atrapado en el tiempo; la vida sigue igual desde hace décadas.
Los 43 habitantes permanentes que residen allí se dedican, sobre todo, a la ganadería y a la agricultura. Durante el verano, el número de habitantes asciende hasta alrededor de unos 200. Estos veraneantes principalmente escogen este destino para huir el intenso calor estival que azota a la mayor parte del territorio español y disfrutar del fresco y tranquilidad de la montaña. Usualmente la temperatura en verano ronda los 14ºC. Como te imaginarás, el invierno no perdona y suele hacer un frío polar.

A lo mejor a algunos les puede parecer aburrido visitar un pueblo tan pequeño pero para mi es una maravilla. Podrías caminar y caminar por aquellas praderas, respirando aire puro y limpio lejos de la polución de la ciudad.




Casi todas las casas, como antaño, cuentan con un establo y un hórreo, símbolo de la montaña del norte de España por excelencia. Los hórreos son altas estructuras de madera o de piedra que cumplían la función de alacena, impidiendo que los animales lleguen a la comida. Los hórreos de Villanueva son todos de madera y, aunque teniendo neveras ya no son tan necesarios, sigue habiendo muchos.

Hórreo en Villanueva

Típico establo de la zona.
Cuenta con dos pisos, el primero para guardar a los animales y el segundo para almacenar su forraje

Una de las cosas que más me gustan del pueblo es que allí podrás encontrar la naturaleza en estado puro. Experimentar la vida natural, alejada del caos de las ciudades masificadas o del estrés laboral. Es un lugar especial donde se vive de una manera sencilla y modesta, apreciando los pequeños regalos de la naturaleza.



Villanueva de Teverga en el cine

Por raro que parezca, aquí se ha rodado una película bastante reciente llamada ¿Para qué sirve un oso?, una comedia que trata diversos temas como el cambio climático y las relaciones de familia. No es un taquillazo de Hollywood pero sí que merece la pena verla. En ella aparece la montaña que hay frente al pueblo y todavía se puede encontrar la casa del árbol que se construyó como decorado de la película.

Fiestas

A finales de agosto tiene lugar uno de los eventos más importantes del año para los residentes del pueblo. Se trata de la Virgen del Cébrano, una fiesta en lo alto de la montaña cerca de San Martín, la capital de Teverga. En primer lugar, se celebra una misa por la mañana, después de la cual sale una pequeña procesión. La particularidad de esta procesión es que, además de la Virgen del Cébrano, también se lleva unos panes artesanales típicos de la zona que más adelante se subastan entre los presentes.


Panes artesanales 
Los gaiteros no podían faltar en una procesión asturiana

Luego se subastan esos panes al mejor postor y a continuación todo el mundo va a la carpa a celebrar.

Subasta de los panes

Parque de la prehistoria

A unos 10 minutos del pueblo se encuentra el Parque de la prehistoria, donde podrás encontrar fascinantes muestras del arte prehistórico. Además tienen un cercado de animales en el que podrás ver algunos de los diferentes tipos de animales que habitaban la tierra en la prehistoria.

Caballos Przewalski, de origen prehistórico


Rutas ganaderas: la braña

En un lugar algo más elevado en la montaña que el pueblo, existen varios prados donde tradicionalmente se lleva al ganado a pastar ya que allí cuentan con más espacio que en Villanueva.



Son unos senderos de tierra a los que puedes acceder libremente y son un buen lugar para ir a dar un paseo. Los pocos que se siguen dedicando a la ganadería usan estos prados o braña en verano, cuando hace buen tiempo para llevar a las vacas a pastar. Cuando comienza a hacer más frío se lleva los animales a un lugar de la montaña más bajo.

Cartel que indica el principio del camino hacia los prados de la cima de la montaña
En esta elevada zona de la montaña siguen habiendo lobos y osos. Por este motivo, se debe de proteger a los perros pastores con este tipo de collares


Si sigues el curso de la ruta, podrás encontrar unas misteriosas formaciones de piedra pre-románicas, donde solían vivir los antiguos habitantes de la región antes de la conquista romana. Nadie sabe exactamente quién las construyó al igual que se desconoce cómo han perdurado tantos siglos.


¿Cuánto más tiempo podrán perdurar estas casitas? 


Como el recorrido hasta lo alto de la montaña no es corto, muchos ganaderos tienen una pequeña casita donde quedarse a dormir en sus noches en la braña









Teverga es una región minúscula en el mapa y, sin embargo, tiene mucho que ofrecer. Desde tomarte un mierdo (chupito) hasta pasear por las interminables montañas, las posibilidades son infinitas si sabes cómo reconectar con la naturaleza.

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